alimeda

lunes, noviembre 27, 2006

Post 25

Post 25. Muchas ganas, mucho miedo, mucha alegría: Repetiría.

Pues sí. Ese es el resumen del post 25.
Me fue realmente mal. Ya era lo de esperar

Mi examen mal, muy mal. Pero vamos, lo esperable. Mucha gente, mucha preparación y poco sitio para los recién llegados. En fin unplacer volver a la sensación “pre-examen” y es que vienen a la cabeza muchos recuerdos de muy buenas épocas. Además de la alegría de llegar a lo que tanto tiempo has estado esperando.
Pánico, bajón moral al ver a tanta gente. Con tantos como hay no lo consigo ni por mediación de todos los santos de todas las religiones del planeta y parte del universo.

Los nervios de la espera del grito de tus apellidos, el tembleque al entregar tu DNI. Ay que ver que un simple documento pueda tener tanto valor en esos momentos. La entrada con una voz que te dice algo, que tú ni oyes y te limitas a seguir al que ha entrado justo delante de ti. Una amable señorita que te convida a tomar asiento. Dejas tus enseres más queridos en las perchas y tomas asiento. Extraes de tu bolso todos los enseres necesarios para tal menester y esperas nuevas ordenes.

Te entra de nuevo el pánico al mirar al fondo del aula y ver a toda esa gente que multiplicado por cuatro suman el total de todos los candidatos. Ufff, sudores. Ahora ya ni con todos los santos del universo. Los compañeros de al lado y delante se conocen. Hola, estoy sola ante el peligro. Pero no pasa nada. No me lo sé y por tanto no hay nada que perder.

Empieza una chica muy simpática a hablar. Tú no aciertas a seguir sus instrucciones porque estás temblando de los nervios. Continua hablando.

Empiezan a repartir los exámenes. Tienes el tuyo en la mano y todos los nervios desaparecen. La transacción se ha realizado. El chico amable te ha dado tu examen y se ha llevado tus nervios. Que majo!

Bueno, manos a la obra. No la sé, tampoco, tengo dudas… Uy que bien va esto! De perdidos al río. Yo contesto y punto. Si es que el mundo es de los valientes!!!

Faltan 5 minutos.

No puede ser, socorro, contesta rápido, corre, corre.

Fin del examen. Pasen los exámenes hacia delante.

Empiezan los comentarios. Tu con cara de: fijo que yo he hecho otro examen porque no recuerdo nada de nada. Me estoy agobiando. Mejor me largo antes de ponerme a llorar y suplicar que me devuelvan el examen para saber que diantres era a lo que he contestado.

Resultado final, fuera de bromas: Sensación agridulce. Por un lado agradable por volver al terreno estudiantil y triste por haberlo tenido en las manos y no haber llegado a la meta. Te quedas como si te hubieran arrancado algo y continúas con un trocito menos. Solo falta esperar a los resultados y saber como de catastrófica ha sido tu caída. Otra vez será.

A partir de ahí vuelta a casa y apertura de la lista que se lleva preparando desde que comienzas a estudiar con las cosas que querías hacer en ese momento y tu conciencia te lo impedía. Comienzo de cero.

Nuevas perspectivas hacia el futuro y búsqueda de nuevos objetivos