alimeda

lunes, marzo 05, 2007

Recuperando mis viernes

El viernes pude recuperar mis viernes!! Vale, ha habido muchos viernes desde septiembre… Pero no había conseguido que fueran mi viernes por la tarde.
Este viernes pude disfrutar de la feliz recuperación.
Salí del trabajo cansadísima. Ya estamos, otro viernes reventada que me impedirá disfrutar de mi tarde y me iré a casa cuando mi cabezonería ya no pueda más y se dé por vencida.
Empezó con cambio de planes. Justo unos minutillos antes me enteré que era el finde de la exposición de mineralogía en las cotxeres de Sants. Sí me encantan los “trozos de piedras” que le vamos a hacer… Pero cuando llegué todavía lo estaban montando (esto hasta mañana por la mañana no está en marcha). Pues ale! Vamos a darnos un paseíto, no? No pasa nada! Con la buena tarde que hace. El solecito es maravilloso, Barcelona es preciosa para pasear… Ale, pies para que os quiero.
Y allí que me fui yo paseandito, paseandito. Paseando que no corriendo ni caminando, no, no… PASEANDO. Por el simple placer de hacerlo, sin rumbo, meta ni objetivo… Paseando, paseando, recorrí lugares frecuentes de mis tardes de viernes. Caí en la tentación de los abalorios (me faltaba una cadena para hacerme un collar que tengo pensado).
Descubrí que una de mis heladerías favoritas para tomar un batido había cerrado ( que disgusto). Más que por la calidad en sí de los batidos (que estaban muy buenos, todo hay que decirlo) por el local (pequeñito, coqueto, íntimo) y por la ubicación (unas vistas increíbles) en su lugar había una tienda de recuerdos de Barcelona ( es decir camisetas del Barça y típicos pongos. Creo que sombreros mejicanos no tenían. Que detalle!!). Bueno, que le vamos a hacer toca descubrir otro lugar, no?.
También descubrí una heladería nueva. Me pierden los helados!! Y claro… con el calorcito que ha hecho estos días y una heladería nueva que yo todavía no había probado, dieron un total de: 1 tarrina de frambuesa!! Buenísima, la textura buenísima. Así que salí yo toda contenta de la heladería con mi tarrinita lista para saborear. Vale, tenemos dos sentidos cubiertos: gusto y olfato (que bien olía). Y los otros que? Pues nada, vamos a caminar, caminar. Pero cuando se come un helado se requiere calma y reposo. Vamos a sentarnos.
Las escaleras de la catedral. Perfecto. Sentido vista cubierto. Y… Ohhh! Sorpresa regalito para sentido oído.
Sentido vista cubierto no hace explicarlo: La plaza de la catedral tiene mucho dónde ejercitarlo. La catedral misma ya es un regalo. Pero además suele ir acompañada de mimos y esos pequeños instantes que sólo puden contemplarse en las escaleras de catedrales, museos o iglesias características (esto da para otro post).
Sentido oído cubierto: Canciones cubanas en directo.
Que mayor regalo para un viernes por la tarde?
Las canciones cubanas (y por lo que conozco los cubanos también) tienen ese punto de tristeza, melancolía por lo que se fue y alegría por vivir.
Estuve un buen rato allí sentada disfrutando de la música y observando a la gente. Un grupo de mamis jovencitas bailaban con sus hijos. Y una pareja de ancianos bailaban agarrados con un arte… Una chica sola delante mía miraba al cantante. Una pareja se dejaba llevar por el romanticismo.
Me fui a casa con un buen sabor de boca… Días así, son los que alimentan el espíritu.

1 Comments:

Blogger fifilota said...

¡¡Qué guay el paseo!! A mí también me encantan los viernes por la tarde... de repente tienes todo el finde por delante para hacer lo que más te apetezca... y pasear por las ciudades y descubrir nuevos sitios... ¡¡es toda una gozada!!

1:39 p. m.  

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