Regalito pa la niña

Ufff… o hay algo en el ambiente. O no puede ser que haya leído ya dos posts sobre consumismo. Porque… un momento que lloro: ayer caí. Estaba un poquillo ploff, de estos días de odio el mundo. En general, todo el mundo. Por un motivo o por otro, justificado, o no. Me fui a dar un paseíto después del trabajo, y… caí. Pasé por delante de una zapatería que hacía tiempo (4 meses) que había visto unos zapatos… vamos que los habían diseñado pensando en mí. Unos zapatos tipo salón con el talón muy bajito: 1 dedo. Negros y con unas florecitas cosidas de fieltro de colorines. Preciosos. Y… estaban en requeteliquidación. Precio normal, pero requeteliquidación comparado con lo que costaban. Allá que entro yo: Estos son para mí..
y… no tenían mi número en la tienda, pero en la otra tienda sí. Así que he quedado que el lunes después del trabajo me paso por allí, y… serán míos!!
Lo estuve pensando, entro… no entro… va! Me doy el capricho.
Porque yo lo valgo. Para quitar las penas.
Así que otro par de zapatos al saco. Yo creo que tendré que hacer como hace alguna gente que pide que le prohiban la entrada en los casinos y sitios varios. Creo que dejaré una foto mía en mis zapaterías (Siempre hay algunas que són “mis zapaterias”. Porque suelen tener modelos que me gusta, porque me gusta la atención…) y pedir que me prohiban la entrada.