Rememorando

mmm… que buenos recuerdos.
Antes de ayer, en mi excursión a la seguridad social paré en la parada de la sagrada familia. Que además de darme una alegría para la vista (Ay que ver cuanto más cerca tenemos los sitios preciosos menos los visitamos. La verdad es que no iba desde la última visita que tuve. Ya se sabe. Con el ritmo diario y el cansancio el fin de semana, no está una por la labor y dejamos el turismo para cuando vienen las visitas y hay que enseñarles la ciudad. Mal hecho) me alegró revivir viejas cotidianidades. Hace tres años yo veía la Sagrada Familia dos veces por semana.

Cuando iba a las clases de catalán. Me bajaba en esa parada y luego me iba caminando 15 minutillos hacia clase. Además es un barrio bastante agradable. Con vida en la calle, tiendas de barrio… Ay, esas noches haciendo tiempo desde que salía del trabajo hasta las clases paseando. Tenía la opción de hacer transbordo y llegar a la puerta de clase, pero me gustaba salir del metro y allí delante: la Sagrada Familia. Es una de esas visiones que todavía me emocionan. Después de recorrer los inframundos suburbanos, metro, gente en marabunta, vas subiendo las escaleras, viendo luz exterior natural, y allí se alza ella. Me encanta. Un poquillo sumilla, pero preciosa.
Fue como volver un poco al pasado. Lo que ha llovido desde entonces…