La espera desespera y a una le da por analizarlo todo

Creo que este es un post tonto. Por lo repetido y por lo resabido. Pero en algún sitio se tiene que desahogar una. Ya que he decidido no volver a hablar del tema y me he autopropuesto ser egoísta.

No soy un trampolín, no soy un puente. Soy yo. Caminos hay muchos y són de piedras, de cemento, de asfalto, de arena. Pero yo no soy un camino.
Ni un trampolín.

Hoy me he llevado una alegría. He recibido noticias de una blogger que me hace mucha ilusión seguir. Que me identifico bastante con ella. Y.. quizás sea cierto eso de que las penas compartidas son menos y ver que otras personas sufren tus mismas penas te dan fuerzas para superar el obstáculo.